Persona
Del lat. persōna, máscara de actor, personaje teatral.
Ver una película de Ingmar Bergman, no es ver una película. ¿Cómo, entonces, explicar el terrible sentido de pertenencia mientras se suceden los fotogramas del video?, ¿cómo describir las sensaciones que representa el actor y de las que uno se apropia mientras las ve? Ver Persona no es ver una película, es verse, imaginarse, sentirse a uno mismo.
En Persona, se nos revela al principio que lo que estamos viendo es -lo que estamos viendo-, una película, algo a manera de recordatorio. Pero Persona también nos dice: -Usted no es el que sigue a la película, la película lo sigue a Usted-. El silencio, los interludios a los que nos somete; la repetición, o mejor, la sublimación, la inserción que produce ver y sentir que el que habla y recuerda es uno mientras la pantalla nos ilumina y recordamos que es "ella” la que habla. Tanto pensar mientras se ve y escucha hace que uno se sienta literalmente proyectado en la pantalla.
Persona es una agresión, nos recibe de brazos cruzados, y nos expulsa de un patadón, nos deja con el eco incómodo de una risa que no escuchamos en el film, pero que probablemente sea el mensaje subliminal de su director. Después de Persona se siente el sudor de haberse quitado una máscara asfixiante y ver que ésa máscara en realidad son nuestras propias manos.
J.D. Sáenz
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