Según Chán, es gracias a este cortometraje que el cine-club adquiere el nombre de "Los Gatos"; contrario a lo que él piensa, creo que el cine-club adquiere el nombre gracias a un estado-condición de aquellos que lo integran, y esto por varias razones: pienso que al proponer el nombre de "Cine-club Los Gatos" aludíamos a las diferentes proveniencias del país de sus integrantes. El hecho de ser de diferentes lugares, reunirnos en un mismo lugar y disfrutar de proyecciones de cine nos pone en la situación de manada de "gatos criollos", que se reúnen de vez en cuando a compartir algo (en este caso un arte), a salir de nuestra independencia y escarbar en tanques de basura, o robar comida de los mejores restaurantes gourmet -como gatos-. Contextualizando, a degustar clases de cine diferentes, a probar lo que para algunos es basura y para otros es lo más exquisito del cine, y así, estoy seguro, es para cada uno de los que asisten al cine-club, por eso el nombre de "Los Gatos".
Es por eso que considero que el cine-club no fija temáticas sucesivas de proyecciones, más que las que cada uno aporte cuando se le presenta la oportunidad de compartir un film. Mejor dicho, como -gatos- cinéfilos que somos, lo que nos gusta es degustar lo que cada uno encuentre, y así compartirlo con los demás, como a aquellos gatos a los que les encantan las cabezas de pescado y tratan de encontrarlas en todas sus presentaciones (trucha, carpa, róbalo), así a nosotros -gatos cinéfilos- nos gusta observar qué films nos traerán los otros gatos y averiguar su temática, su gusto, su autenticidad, etc...
Aún así sería injusto despreciar este corto, que fue propuesto en los mismos inicios del cine-club -aquellos en que las proyecciones eran en pantallas de t.v. o computador- y con el cual compartimos "la animalidad" de nuestro nombre. Es entonces este excelente cortometraje una especie de souvenir del recuerdo para los que asistimos al cine-club, una coincidencia en nuestro "felino" gusto.
J.D. Sáenz
The Cat Piano from
PRA on
Vimeo.